jueves, mayo 10, 2007

El Papa, Brasil y el aborto

Brasil probablemente será uno de los países más desiguales del mundo. Comprar una casa, si lo comparamos en términos absolutos con España, es muy barato. Con 30.000€ se puede comprar una casa decente. Pero el salario mínimo no supera los 150€, por lo que no es de extrañas que muchísimas personas, el 40% de Rio de Janeiro, vivan en viviendas construidas por ellos mismos, en barrios que la gente pudiente ignora y teme, pero de donde salen sus señoras de la limpieza o los trabajadores que no ven pero los proporcionan la gran mayoría de los bienes que poseen.

A este país de tradición católica, una tradición que borró los lunes, martes, miércoles, jueves y viernes de la semana; y los cambió por el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto y el sexto día; ya que estos primeros eran paganos. Una tradición que va en declive por la aparición de nuevas confesiones, que tras la promesa de resolver los problemas terrenales, sin tener que esperar a la muerte para alcanzar la paz, dan esperanzas pero sólo resuelven los suyos. Un país donde las relaciones sociales son siempre abiertas, y las sexuales se ven con normalidad. Un país que condena el aborto y donde las mujeres se ven obligadas a poner su vida sobre el tablero de juego si quieren decidir sobre su cuerpo. Es este país a donde a llegado el Papa. Con su ataque al relativismo moral, véase aquí se piensa lo que yo digo, pretende amenazar a cualquiera que plantee la legalización del aborto. Porque esas niñas, sea por la razón que sea, que no hacen más que tener hijos, no merecen otra vida que la de intentar vestirlos y alimentarlos con un sueldo mísero. Y esos niños no merecen otra vida que la de la pobreza, la ignorancia (la escuela pública es algo simbólico en Brasil, en otro post hablaré más a fondo de ella), el ambienta familiar enrarecido por las circunstancias que le trajeron al mundo. Un mundo en el que no pueden creer porque no se les da espacio, en el que muchas veces la única manera de sobrevivir sea huyendo del él a través de las drogas, donde un trabajo es la cosa pero vista, donde los héroes son los que consiguieron salir pegándole patadas a un balón.

Seguramente será en este mundo donde el Papa nos recuerde que existe el infierno y que a él van no sólo los que abortan, sino también los que usan anticonceptivos para no tener que hacerlo.


Actualización: Me ha encantado este video del programa de Eva H sobre el Papa. Atentos a las razones por lo que la gente deja la religión católica, al margen del humor creo que tiene toda la razón

1 Comentarios:

At 5/10/2007 03:46:00 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Debe de ser un país extraño Brasil con esa mezcla tan extraña entre cristianismo y misticismos varios paganos y carnales... Espero que no le echen mucha cuenta a "Su Santidad" y que simplemente lo consideren como lo que es: una reminiscencia folclórica de la edad media.

 

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